Texto: Verónica G. Kaufman (@vero_g_kaufman)
Fotos: Archivo Voluntarios Itinerantes
Annalisa: «No hay nada más bonito que ver la alegría de un perro cuando le abres la jaula»
Annalisa fue mi primera líder de grupo como voluntaria itinerante en la protectora Animals Sense Sostre. Desde entonces, me ha tocado estar en su equipo varios domingos. Verla trabajar es un chute de energía. Se calza sus botas y comienza a cargar baldes, a distribuir tareas, a abrir jaulas y a coger pelotas para lanzárselas a los perros mientras que el resto aún nos estamos quitando la almohada de la cara. Por eso hoy, para coronar el verano, quiero regalarles esta entrevista que le hice.
Recuerdo que una mañana de invierno me acerqué a ti y vi cómo Fleming corría y saltaba a tu alrededor. Veros jugar fue una de las imágenes más bonitas que conservo de la protectora. Ese día comprendí todo lo que aportabas en Animals Sense Sostre.
Cuéntame un poquito más sobre ti…
Soy una de las voluntarias más antiguas de Voluntarios Itinerantes (de ahora en adelante, VI). Siento pasión por los animales. Busqué diferentes voluntariados y siempre me pedían un calendario de disponibilidad con el que no podía cumplir. En una feria de la Mercè conocí a VI y fue amor «al primer ladrido»
¿Cómo fue tu primer día en la protectora?
Fue muy triste. Las historias de los perros que están en las protectoras son muy duras. Pero con el paso del tiempo he podido darle más valor a estar allí y hacer algo por ellos que evitar ese momento, haciendo como si el problema con los perros abandonados no existiese.
¿Qué te aporta el voluntariado en la protectora?¿Hay alguna historia de los perros de Animals Sense Sostre que te haya impactado significativamente?
Los perros me transmiten muchísima fuerza. Hago todo para que ellos estén mejor y siento que, a cambio, recibo algo muy grande. No hay nada más bonito que ver la alegría de un perro cuando le abres la jaula.
¿Hay alguna historia de los perros de Animals Sense Sostre que te haya impactado significativamente?
Sí. Hay dos historias que me han impactado mucho. La primera es la historia de Aritzon. Es un perro potencialmente peligroso (PPP) y estuvo muchos años en la protectora, luego de toda una vida de maltrato. Pese a los cuidados que le habían ofrecido en Animals Sense Sostre, su salud estaba muy deteriorada. Estaba segura de que si no salía de la protectora, moriría ahí. Una de las voluntarias lo acogió en su casa. Ha sido un acto de bondad hermoso. La otra historia que me ha impactado mucho es la de Fleming. Es uno de los perros invisibles. Está en una jaula desde hace cinco años. Es un luchador y deseamos que pronto pueda tener una casa. Ya es hora de que le toque ganar.
Además de las tareas habituales de limpieza y paseo de perros, ¿qué otras actividades destacarías de Voluntarios Itinerantes?
Hemos creado el Día de la Felicidad. Es una propuesta orientada especialmente a los perros invisibles. Es decir, aquellos que tienen una probabilidad menor de ser adoptados. Cada uno de ellos tiene su Día Feliz. Los sacamos de la protectora y los llevamos a algún espacio diferente (al parque, a la playa, a la montaña, a la comodidad de un sofá, etc.). Además, les cocinamos un menú especial y diferente a lo que comen habitualmente. Por ejemplo, arroz con pollo.
¿Qué le dirías a las personas que tienen ganas de hacer voluntariado en una protectora?
A través de este tipo de voluntariado podemos ayudar a perros abandonados que han tenido una vida muy dura. El voluntariado con animales aporta una energía muy positiva y se disfruta del agradecimiento de los perros cuando les abrimos las jaulas. Yo creo que el voluntariado, del tipo que sea, debería ser obligatorio. Me parece increíble que no se cuente con tiempo libre para hacer algo por alguien cada semana. Yo los invito a estar atentos a todas nuestras actividades y a que conozcan las diferentes formas que tienen de ayudar.
Ha sido una entrevista especialmente emocionante para mí. Es muy duro conocer el maltrato del que puede ser capaz el ser humano. Por suerte, en el mundo también hay personas como Annalisa que logran que los perros abandonados conozcan el juego, la alegría y el amor.
Hasta la próxima entrada.
Verónica