Texto: Verónica G. Kaufman (@vero_g_kaufman)
Fotos: Julio de Bilbo Stories
«No sé qué le ha pasado a Oslo en su vida anterior, pero no le exijo nada. Nuestra historia es lo único que necesito. Esta es la historia de la adopción de Oslo»
Hace un año Camila adoptó a un perro que se mostraba agresivo hacia los humanos. Luego de un año juntos ha aprendido que Oslo tiene sus límites y ella también.
Entrevistar a Camila fue una de las experiencias más bonitas que tuve esta semana. Me enseñó algo que espero no olvidar nunca: lo mejor que podemos hacer por otro ser vivo es acercarnos sin miedo, conocer sus límites y respetarlos.
Desde que aterrizó en España tuvo claro que volvería a tener uno, pero en ese momento no contaba con suficiente espacio, tiempo libre ni recursos económicos para hacerse responsable de un animal. En el año 2020 conoció, a través de Internet, a Voluntarios Itinerantes, y fue para ella la opción ideal.
El primer día que fue al refugio de Animals Sense Sostre, de la mano de Voluntarios, empezó a conocer la realidad de las protectoras y de los perros que han sido abandonados.
«Conocí la cruda realidad de las protectoras. La primer tarea que me asignaron fue pasearlos. Me tocó ir a la zona en la que se encontraba Oslo. Me advirtieron que mordía»
Oslo representaba a los perros invisibles, a aquellos que por ser adultos, tener «problemas de conducta», alguna enfermedad o ser considerados potencialmente peligrosos permanecen años en las jaulas de los refugios. Hacía cinco años que estaba en Animals Sense Sostre, tenía diez años y había mordido varias veces. Oslo no estaba en adopción. Era «un perro viejo con un comportamiento difícil». ¡Vamos, un mal partido para cualquiera! Pero Oslo no era solo eso. También era alegre, juguetón y estaba siempre en movimiento.
«Me pareció muy especial su forma de ser. Me emocionaba mucho observarlo. Desde entonces volví cada domingo a verle»
Poco a poco comenzó a acercarse a él. Procuró no invadir su espacio, conocer sus límites, transmitirle confianza y comodidad. No fue sencillo. Estuvo más de diez meses visitándolo cada domingo, aprendiendo cómo tratar a un perro inseguro y muy prevenido con los humanos.
«No sabía cómo tratar a los perros como él. Me preocupaba empeorar su situación. Incluso teniendo las mejores intenciones, un voluntario puede afectar negativamente a un animal»
Y si aún no te has enamorado de Camila, sigue leyendo…
Inició un curso de formación sobre «cómo ser voluntaria en una protectora». Comenzó a aprender comunicación canina para saber cómo vincularse con Oslo y con el resto de los perros del refugio. A los diez meses decidió llevar a cabo la adopción de Oslo, y que este pudiese tener por fin la vida que merecía, luego de una vida de abandono y de tantos años en el refugio.
«Oslo es viejo. No sabía cuánto tiempo le quedaba y quería sacarlo de ahí. Era hora de que saliera»
Animals Sense Sostre hizo cuanto estuvo en sus manos para apoyar a Camila. Oslo fue dado en adopción únicamente por el vínculo que ambos habían construido durante todos esos meses. Te preguntarás cómo ha sido la vida de Oslo y de Camila desde entonces…
«En general, se adaptó muy bien. No teníamos ningún problema cuando lo paseábamos y se portaba muy bien en casa. Pero es cierto que no tenía muchos límites. Desde el primer día fuimos muy claros con él. Tuvo que entender que no era no»
Camila y su pareja fueron aprendiendo cómo gestionar a Oslo. Los tres han tenido que aprender a relajarse, a adaptarse a una nueva familia, a observarse y a tenerse paciencia. Oslo sigue mordiendo, pero incluso cuando parece que retroceden en el proceso, empiezan nuevamente de cero las veces que sean necesarias. Llevan casi un año juntos.
Con esta historia no quiero idealizar la vida y la adopción de Oslo, y mucho menos el proceso de adopción. La relación entre Oslo y Camila ha sido ardua, y nos deja muchas enseñanzas, pero hoy quiero centrarme en dos: desde el momento en el que nos acercamos a un animal somos corresponsables de lo que sucede en esa interacción, y dos, los animales también tienen sus límites y esto, lejos de humanizarlos, implica reconocer que no están aquí para servirnos y hacer monerías. El gran desafío radica en respetar sus límites y también los nuestros. ¡Vamos, como en la vida en general!
Antes de irme:
Camila necesita empleo. Quizás ahora nosotros podamos ayudarla. Si quieres tener una relación más saludable con tu perro (entenderlo para mejorar comportamientos y corregir malos hábitos), necesitas a alguien que lo cuide o pasee, puedes contactar con ella. lavidaconolso@gmail.com
¿Cómo puedes colaborar con Voluntarios Itinerantes?
En Voluntarios Itinerantes somos un grupo de personas implicadas que damos respuesta a las necesidades en diversos refugios y protectoras de animales de Cataluña. Trabajamos por el bienestar animal en refugios y protectoras. En todas las protectoras las necesidades son similares, pero las prioridades, no. En unos nos necesitan para pasear a los perros y facilitar su sociabilización; en otros prefieren que limpiemos y ordenemos a fondo las instalaciones. Los hay que recurren a nosotros porque necesitan medicinas o alimentos, y no es raro que nos llamen para construir vallados o crear espacios en los que los animales puedan vivir mejor. ¡Formamos equipos y nos movemos a donde más nos necesitan!
Si quieres colaborar con nuestra causa, puedes hacerlo de muchas formas:
Hazte soci@
https://voluntarioitinerante.typeform.com/to/TYF4Yh
Apadrina a uno de los peludos de Animals Sense Sostre
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¡Gracias!