Texto: Verónica G. Kaufman (@vero_g_kaufman)
Fotos: archivo Voluntarios Itinerantes
Hasta hace unos meses desconocía que mi hogar se podía transformar en la casa de acogida de un animal. Por si este también es tu caso, he decidido conversar nuevamente con Jaime Mateu (presidente de Voluntarios Itinerantes) para que nos cuente qué es una casa de acogida, en qué se diferencia de una adopción y cómo podemos acoger a un animal en nuestro hogar. ¡Vamos a ello!
Jaime, lo primero que quiero que nos cuentes es qué es una casa de acogida
Una casa de acogida es el hogar de un particular en el que vive un animal, que pertenece a un refugio, durante un tiempo determinado.
¿Qué tipos de casas de acogida existen?
Existen dos opciones de acogida:
Casa de acogida definida o limitada: el animal es acogido en un hogar particular durante un tiempo limitado y prefijado, mientras se continúa buscando una familia que lo adopte. Por ejemplo: perros que requieren de cuidados específicos, perros con medicación prescrita o cachorros, entre otros. Es decir, perros que tienen unas necesidades determinadas y puntuales que son difíciles de cubrir dentro del refugio. Este tipo de acogida puede durar unos pocos días, semanas o meses.
Casa de acogida indefinida: el animal es acogido en un hogar particular durante un tiempo ilimitado, mientras se continúa buscando una familia que lo adopte. Es el caso, principalmente, de animales que hace muchos años que están en una protectora, que son mayores y que necesitan cuidados médicos. En estas situaciones, las protectoras deciden buscarles una casa de acogida para que su calidad de vida mejore.
¿Quién define los tiempos de acogida?
Es la protectora la que define el tiempo de permanencia del animal en una casa de acogida. La protectora decide si la acogida será definida o indefinida. Por ejemplo, puede decidir buscar una casa de acogida durante el tiempo que se necesite para suministrar una medicación o para mejorar la calidad de vida de un animal que lleva muchos años en una jaula.
¿En qué se diferencia una casa de acogida de una adopción?
La diferencia principal es que los perros que viven en casas de acogida continúan perteneciendo a la protectora. La protectora es quien asume los gastos de manutención del animal y es la que toma las decisiones relevantes vinculadas, por ejemplo, a su dieta y a su salud. Es decir, una casa de acogida tendrá al animal pero el animal seguirá perteneciendo a la protectora, que continuará buscando una familia que lo adopte. Si esto sucede, el animal debe abandonar la casa de acogida.
¿Cómo transformo mi hogar en una casa de acogida?
Mi recomendación es que quienes lo deseen se acerquen a alguna protectora y se pongan a disposición como casa de acogida. Es importante tener en cuenta que las protectoras considerarán esta opción con personas que les inspiren confianza. Deben tener experiencia con animales y mucha paciencia. Es decir, ser casa de acogida no es una opción que se adapte a todas las personas.
¿En qué beneficio a la protectora siendo casa de acogida?
Además de ayudar a mejorar la calidad de vida del animal, siendo casa de acogida contribuyes a liberar espacio y tiempo en las protectoras. Contribuyes a aliviar la carga de trabajo que tiene el personal en las protectoras y a que los recursos que se destinaban al animal puedan ser redistribuidos a otros.
¡Muchas gracias, Jaime!
Antes de finalizar, te invito a que visites la web de Animals Sense Sostre y conozcas más sobre esta opción tan generosa que tienes de contribuir a que los peludos conozcan el lado bonito del ser humano.
Recuerda:
Tú también puedes ser un@ de nosotr@s.
Si deseas adoptar, aquí te contamos qué pasos debes seguir.